Ibis en la playa de Sada

(Fauna vagabunda, I)

Enero 2023. Threskornis aethiopicus, ibis sagrado o egipcio, originario de Africa subsahariana y oriental. Clasificado como «especie exótica no establecida» en este tramo del Atlántico, pero como especie exótica-nidificante en el tramo francés, de donde quizá proviene este ejemplar ¿desorientado, pionero…? que vagaba esta mañana por la playa de Sada. He vuelto a buscarlo unos días después pero ya no estaba. Seguían los vuelvepiedras, como locos por la orilla, los correlimos y una media docena de espátulas. Entre los sedentarios o casi, varias parejas de garzas, una única garceta, ánades reales y silbones, ¿un ganso?, y docenas de gaviotas reidoras (aquí, choronas), sobrepasando en número a las patiamarillas.
A esta fauna que viene de «fuera» ( convención linguística para salir del paso; pero habría que determinar si tal cosa sigue teniendo algún fundamento, tal o cual adverbio espacial, ¿?, en el marco de la historia natural reciente, totum revolutum de los siglos XX y XXI) podrían aplicársele, quizá, algunos de los pecios de Sánchez Ferlosio sobre la «Naturaleza», que no es -por ejemplo- el león somnoliento del zoo, sino la rata que se cuela entre los barrotes para robarle un resto del menú … No el animal emblemático que mimamos -al tiempo que terminamos irreversiblemente con su hábitat «natural», así como con el de sus competidores de «fuera», allá «lejos»- , sino el que se adapta a nuestros destrozos; el que cambia, sufre, sobrevive y se reproduce.

Cualquiera que tenga responsabilidades de gestión en un espacio natural protegido (o sin proteger) considerará una frivolidad el párrafo anterior. Sin embargo, el caso del ibis sagrado no parece, pongamos, el de la cotorra de Kramer. ¿O todo es lo mismo? Cuando se le cuelga a un pájaro el sambenito de «exótico invasor», y por ende «dañino», es decir, «amenaza para la fauna autóctona», sin matices (nidificante o no, etc), y por ende condenado a la erradicación (con menos matices aún), lo suyo sería justificarlo bien, con datos concretos. ¿Es frívolo decir esto? No hay mucha información en internet sobre la situación de los ibis en España, que en su práctica totalidad, según datos de la SEO, son ejemplares divagantes. Sí abundan, en cambio, los artículos referidos a su situación en Francia, en cuya costa atlántica la población de ibis se disparó a principios de siglo. Lo que sigue a partir de aquí es el resumen, con algún añadido, de un informe publicado en 2015 por Loic Marion (investigador del CNRS -equivalente a nuestro CSIC- en la universidad de Rennes, y coordinateur des Recensements Nationaux des colonies d´Ardeides, Spatule blanche et Grand Cormoran pour le Ministère de l´Ecologie, Vid. nota 1).

Al ibis se le ha estado persiguiendo durante años en algunos departamentos de Bretaña y Pays-de-la-Loire. Con saña pero sin fundamento, denuncia Ms. Marion. Por un lado, los ibis refuerzan las colonias de sus primas las espátulas (Platalea leucorodia), aves protegidas y con pedigrí autóctono. Estas colonias mixtas suelen incluir también garzas y garcetas, a veces garcillas bueyeras, incluso martinetes. Un «ambiente sonoro atractivo» (=las voces del vecindario) es importante a la hora de criar: todas estas aves irán a hacerlo donde más amparadas por el grupo se sientan. Si se ahuyenta o mata a tiros a los ibis, aunque sea con silenciador, la reproducción de toda la colonia queda comprometida, que es lo que de hecho, asegura Ms. Marion, ha estado pasando (incluyendo la espantada de una primera pareja de moritos comunes –Plegadis falcinella, pariente directo del ibis pero, a diferencia de este, legalmente protegido- que se había asomado por la laguna de Grand- Lieu en 2011. Solo en 2015, cuando se dejó en paz al ibis sagrado, el otro se le arrimó y se animó a hacer su nido). En resumen: a tiros con los ibis, abandonan el lugar de nidificación las espátulas y compañía, quienes, además -todos ellos- van volviéndose más y más farouches a medida que se persigue a los ibis. Inicialmente, es decir, desde que se detectó su presencia en Francia hace 40 años, hasta 2015 (fecha de este artículo de L.Marion), después de casi una década de persecución, ellos eran los más confiados de la colonia: la presencia del ibis tranquilizaba a la mucho más tímida espátula, dada a alejarse del nido ante la menor amenaza (léase: presencia humana).
Por otro lado, las citas de destrucción de huevos de charrán o fumarel por parte de ibis en 2005 son muy excepcionales o de segunda mano, no verificables, alguna de ellas… disque obra de un zorro. Mientras se hacían las pertinentes verificaciones fueron abatidos a tiros 7000 ibis, los sospechosos «presuntos». Misma ignorancia o mala fe en el caso de la destrucción de la colonia mixta en la isla bretona de Govihan (2004). Los nidos se encontraban sobre viejos ejemplares de ciprés de los pantanos. El propietario de la isla quería «proteger» los árboles. Resulta que son los excrementos de cormoranes y garzas los que dañan o pueden dañar a los cipreses, no los de ibis (y quand même, ¿justificaría eso un «programa de erradicación» de los, por cierto muy autóctonos, cormoranes?); pero sobre todo: los cipreses de los pantanos son ellos mismos ¡alóctonos!, introducidos en los años 30 y causantes del cambio radical del ecosistema del golfo de Morbihan (antigua junquera). Los ejemplares donde se instalaba la colonia mixta estaban viejos y enfermos, ya muy debilitados por las tormentas del Atlántico. ¿Y cómo los protegió de los ibis este tío de Govihan? Talándolos. Hecho lo cual, se lió a tiros con los pájaros.
Por último, la tesis de Loic Marion tiene adversarios, naturalmente, que también divulgan sus puntos de vista en internet. P. Yésou y P. Clergeau, defensores de los programas de erradicación, alegan que los ibis, al margen de su carácter directamente dañino o no dañino sobre otras especies (ellos dicen que oui, pero Marion discute una por una todas sus pruebas), se reproducen con éxito apabullante (= daño indirecto). Pues bien, L. Marion argumenta que la expansión atántica del Ibis a partir de 2007, tras la dispersión de ejemplares provocada por las primeras y poco meditadas intervenciones (años 90 y primeros 2000), se debe principalmente a la sobreabundancia de cangrejos rojos, también llamados de Luisiana o cangrejos americanos. Cangrejos altamente invasivos, con efectos dañinos-directos para el ecosistema (sobradamente probados, estos sí) que exactamente en esos años colonizaron la Brière y después el lago del Grand Lieu, la mayor zona de nidificación del ibis. Lectura a medio plazo: los ibis y sus vecinos contribuyen a controlar la expansión del cangrejo americano. La población de ibis se contendrá, necesariamente, a medida que el recurso disminuya y siempre y cuando no se siga perturbando las colonias mixtas estables (perturbación que está en el origen de la dispersión del ibis, recuerda otra vez L.Marion). Pero mientras esto no sucede y va aumentando el número de parejas reproductoras, los directores de los parques y reservas naturales se ponen nerviosos y se lo hacen saber a las autoridades. ¿Hay que intervenir? L.Marion mantuvo su non en la reserva de Grand- Lieu (de la que era director), repitiendo que semejante éxito reproductor se debía al éxito del cangrejo rojo… a día de hoy ya en disminución, como no podía ser de otra manera. Los que pasan de estas sutilezas y dicen que sí, que procede la erradicación, porque -tal es el argumento de fondo- un ibis egipcio no pinta nada en Bretaña, ¿lo harán al menos con tiento, fuera de época de cría, por ejemplo, ya que ahora se sabe más del contexto social de las colonias mixtas…? Cabe dudarlo. La orden de la prefectura de Maine et Loire para 2021-2025 va en la línea de Yésou & Clergeau, no en la de L.Marion. Y es la orden del prefecto la que se ejecuta a través de las ONCFS -organizaciones nacionales para la caza y fauna salvaje-, opine lo que el opine el director de este o aquel espacio natural protegido. (Véase nota 3)

(Foto: sarcófago de ibis momificado. IV-I a.c. Brooklin Museum, N.York)

Sobre la situación del ibis sagrado en España, esta es la conclusión del informe del Atlas SEO (nota 4, enlace al informe completo): «El número de ejemplares que se registran en los últimos años parece tener una tendencia a disminuir, inferior a 10 ejemplares: dos aves en dos provincias en 2016, siete aves en seis provincias en 2017 y ocho aves en seis provincias en 2018 (Molina et al., 2020)» . A pesar de estos datos, en Cataluña hay un plan de erradicación desde 2019: se eliminará por la vía rápida al que asome el pico por allí, venga a criar o solo de paso (que es lo que documenta la SEO). En Doñana cinco ibis sagrados tuvieron la mala suerte de mezclarse con unos moritos (2011) y el personal del parque, en conformidad con la Junta de Andalucía e ignorando por completo la conducta social de estas especies -como no se cansa de denunciar L.Marion- acudió raudo y veloz a «erradicarlos»… por si acaso. En el resto de la Península se le ha dejado en paz (*o yo no encuentro más datos en la web, valga esta precisión para todo lo escrito), a pesar de los frecuentes avistamientos y de que las fuentes de alimento abundan. Por tanto, teniendo en cuenta que aquí, con las ilustres excepciones catalana (demasiado reciente) y andaluza (demasiado escasa: 5 ejemplares «erradicados»), nunca se le ha perseguido seriamente, este dato de la SEO («tendencia a disminuir») vendría a darle la razón a Loic Marion. Los problemas con el ibis empiezan con su dispersión cuando se entra pegando tiros en una colonia mixta sin la menor idea de lo que va a pasar después (= precisamente lo que se hizo en el golfo de Morbihan en los 90, vid.supra). Así que cuidado con los hiperactivos protectores de la naturaleza en Andalucía y Cataluña. Siempre con retraso, pero con infalibilidad probada, los españoles tendemos a reproducir los errores del vecino…Y antes de terminar: las fichas ornitológicas del Ministerio de Medio Ambiente, que reproduce, desarrolla y amplia la Generalitat, son una risa en lo que se refiere al ibis: debe de ser el único pájaro -¿quizá en compañía de otros exóticos?- que eutrofiza las aguas, va cuando tiene hambre a los vertederos, presenta riesgo de colisió amb les avions… De este tipo de argumentos, de nulo rigor científico, habla L. Marion en su informe)

Siguiendo en España. En las marismas del Guadalquivir han resuelto explotar económicamente los cangrejos americanos (que por lo visto están muy buenos a la plancha) y dejar las sobras para las garzas, espátulas,flamencos, ibis eremitas, moritos y quien se presente. Sale perdiendo el cangrejo autóctono, por supuesto. Y también la población de anfibios disminuye, porque el cangrejo americano devora huevos y renacuajos, pero… ¿qué hacemos? Pues hacemos «de tripas corazón», en resumen, para que los hosteleros sevillanos se estén tranquilos y de paso la población de Ardeidae & Cia prospere. Se prohibe el movimiento de cangrejos vivos de unas masas de agua dulce a otras (así en las regulaciones autonómicas). Se confina -intenta confinar- en reservas naturales al cangrejo autóctono y, si acaso, a los anfibios -otra vez la imagen del león del zoo, en aquel pecio de Sánchez Ferlosio- dándole vía libre al cangrejo rojo en el resto de los humedales…También en la Albufera lo han indultado ya, mediando un estudio del CSIC en el que se da cuenta del beneficio para garzas, espátulas etc. ¿Alternativas realistas…? (N.B, sobre la necesidad de distinguir y no tratar de hacer simple lo complejo: no parece que nada de lo anterior pueda aplicarse -aquí y ahora- a otras especies invasoras «similares», pongamos cangrejo azul en el delta del Ebro, mejillón cebra… Nota 5)

Conclusiones, a partir del caso francés. ¿Ponemos en la lista de indeseables al cangrejo rojo pero seguimos plantando cipreses de los pantanos? ¿Menos ibis = más espátulas, de verdad?, ¿aunque ningún estudio serio dé pruebas concluyentes del carácter dañino del ibis (todo lo contrario, cuando se trata de reforzar la población de espátulas) y aunque los manejados por las expeditivas ONCFS, al menos hasta 2015, fecha de publicación de este trabajo de L.Marion, no tuvieron nunca en cuenta, por puro desconocimiento, ni la vida social en las colonias mixtas ni los estudios sobre el aumento/disminución del indeseable cangrejo americano en relación con el mayor/menor número de ibis ?

No sé si quedan ecosistemas «puros» en algún lugar de la costa atlántica. Todo lo hemos alterado, en uno u otro grado. Siendo esto así, y cada sitio/cada caso diferente de todos los demás, ¿es posible dar normas generales, estigmatizar a este pájaro o a esta planta alóctonos sin estudiar muy despacio por qué está ahí, cuál es su impacto real, contrastado, y qué va a pasar si se interviene para limitarlo/erradicarlo, de esta o aquella forma? O, dicho de otro modo, ¿en qué punto de la cadena de «invasiones» es inteligente intervenir y en qué punto deja de serlo sin que, después de años/lustros/siglos acumulando desbarajuste sobre desbarajuste, no nos vaya a salir más caro el bollo que el coscorrón?

(Foto: jeroglífico en el templo de Horus. Edfou, antigua Apolinópolis Magna, en el Alto Egipto)
Sigo leyendo… Las frágiles y muy autóctonas espátulas también prosperan en estos últimos tiempos, y en parte gracias a sus exitosos primos egipcios. Tal es la tesis, convincente mientras no se demuestre lo contrario (con datos, no con principios generales del tipo ¡no es de aquí, rien à foutre!) , de Monsieur Marion. Si la población de los dañinos cangrejos rojos se mantiene en niveles asumibles (en el lago del Grand- Lieu, concretamente), también a los ibis se lo debemos, en la parte que les toca.

NOTAS

(1) Loic Marion está jubilado desde 2018. En abril de 2022 fue nombrado Presidente del Consejo Nacional de Proteccion de la Naturaleza. Su detallado informe de 2015, «Impactos colaterales de las medidas de la destrucción de ibis sagrados en Francia»: https://eee.mnhn.fr/wp-content/uploads/sites/9/2017/10/MARION-2015.pdf .

(2)Tesis opuesta a la de Loic Moiron (2014), que éste mismo analiza y desmonta en el texto citado más arriba: http://www.especes-exotiques-envahissantes.fr/wp-content/uploads/2018/10/ibis_sacre_r2.pdf

(3) Última orden del prefecto de Maine et Loire para 2021-2025, autorizando la persecución del ibis: https://www.maine-et-loire.gouv.fr/autorisation-de-destruction-de-specimens-d-ibis-a7224.html
ONCFS: Organización Nacional para la Caza y Fauna Salvaje. Los que van con las ecopetas.

(4) Sobre el ibis sagrado en España:
-Estatus oficial: https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/Threskiornis_aethiopicus_2013_tcm30-69957.pdf:
-Atlas SEO/ BirdLife: https://atlasaves.seo.org/ave/ibis-sagrado/#:~:text=En%20Europa%20est%C3%A1%20considerada%20una,et%20al.%2C%202017).
-Plan de erradicación en Cataluña, 2019: https://mediambient.gencat.cat/web/.content/home/ambits_dactuacio/patrimoni_natural/especies_exotiques_medinatural/llista_sp_catalogades/ocells/DOC/Ibis-sagrat.-Threskiornis-aethiopicus.pdf
-En Andalucía, 2011: http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/portal_web/web/servicios/centro_de_documentacion_y_biblioteca/fondo_editorial_digital/revistas_boletines/geobio/numero_18/ibis_sagrado_ampliada.pdf

(5) Sobre el cangrejo rojo/americano (Procambarus clarkii):
-Más que indultado en Sevilla: https://www.eldiario.es/andalucia/pasaporte/cangrejo-rojo-conquisto-marisma_1_2372540.html
-Indultado también en Valencia: https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2011/02/07/indulto-cangrejo-rojo-13084441.html

Foto: el ibis de Sada. Ojalá vuelva

Chochín y chochín (y chochín)

Hacía años que no los veía (en LRO, nunca). Esta vez son dos, en un bosque de hayas y arces a las afueras de Bruselas: el adulto está a la izquierda, observando con atención a una cría, ya de buen ver, que salta y hace como que vuela en una rama más alta, a la derecha de la foto. Pienso que el chochín de la derecha es una cría porque me parece todavía más pequeño que el de la izquierda y porque no acabo de verle la cola, tan conspicua siempre. Pero también puede ser un inicio de cortejo (?) entre dos ejemplares adultos. Leo en la guía de Blume que el chochín, Troglodytes troglodytes, tiene normalmente dos nidadas. La primera en abril, la segunda más o menos ahora.
(Filtro «Icarus» del editor de Windows. Mi cámara es muy corriente, yo muy miope, y el chochín, diminuto. Para poder distinguirlos bien -pero sin molestar-, tuve que ampliar mucho el zoom! La foto solo vale para percibir la densidad del sotobosque. La rebosante maraña de ramas secas, tocones desarraigados, musgos, zarzas, helechos.)

Post scriptum, 17 de junio. Me manda Tricolina esta captura de cámara, de una grabación en streaming en su bebedero/bañera para pájaros de Cotos de Monterrey. Es el primer chochín que ve en 21 años, exactamente a la vez que los veo yo, ahora, unos dos mil kilómetros más al norte. Añado el link con el video completo. Nuestro pajaruco aparece en el minuto 0,50: https://youtu.be/ClgJEU02ea0

Cebras a lunares

Potrillo de cebra. Masai Mara, Kenia, septiembre 2019

https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/fotografiada-kenia-cebra-lunares-vez-rayas_14719

«Manuel se levantó al día siguiente a las ocho de la mañana, feliz y descansado. Había soñado con los équidos de Cabrerets. No serían «cebras propiamente dichas», de acuerdo, porque las cebras (propiamente dichas) no tienen lunares sino rayas, se decía mientras se afeitaba. Pero ¿y en la prehistoria?, ¿qué sabemos nosotros si entonces las cebras no iban a lunares o a cuadros? La idea le pareció divertida: tendría que hacer algo con eso, en algún momento. Y también tenía que pensar más detenidamente en los animales…»

Perfiles de cebra, p.183.

Cueva de Pech-Merle, Cabrerets

Verano 2019 (1)

30 de junio

Mientras a pocos kilómetros de casa (del otro lado de ese cerro que tengo ahí delante, en Cadalso) ardían cientos de hectáreas de encina, pino carrasco, enebro, olivo… estas dos lagartijas se entrelazaban pacíficamente sin que el humo las molestara, sin que las noticias de la tele, sin que el calor abrasador…

5 de julio

Una fuga de agua es un pequeño oasis, de importancia INFINITA para los seres vivos que dependen de ella. En este caso se trata de una fuga deliberada, dejada al pie de la alberca para que la charca siempre tenga algo de agua. Ahí van a beber los jabalíes y demás animales que rondan LRO. ¿Por qué, entonces, se asomó a la alberca este corzo, teniendo el agua de la charca tan cerca? Le falló el pie, tardó en ahogarse… No volverá a pasar. En espera de poder vaciar la alberca y hacer unos escalones de obra, hemos amontonado una «torrentera» de bloques de hormigón en una esquina. En cuanto al cuerpo, lo arrastramos hasta lo alto de la finca para que zorros y cornejas primero, y con seguridad los buitres después, dieran buena cuenta de su carne.
Los cuernos son cortos y fuertes. «Madera del aire», se decía antes. Se dirigen hacia el cielo y se renuevan cada primavera. Hacen del animal -cualquier cérvido- un «señor de la luz»: una divinidad mediadora y benéfica.

De momento los cuernos de nuestro pobre corzo psicopompo se secan al sol en el sombrajo de la casilla. Después se vendrán a casa.

16 de julio

En una bodega familiar de Collioure. Damajuanas de 30 litros con el corcho perforado (pero protegido por un trozo de plástico y una lata dada la vuelta) guardan al sol los vinos dulces de la apelación de origen Banyul. Entre 2 y 3 años de lenta oxidación a la intemperie, tras 5 ó 6 en una barrica (en la bodega). La malla metálica protege las bombonnes de las posibles granizadas. Pero quizá estos vinos hayan pasado un poco de moda; ahora los que parecen estar en alza son los rosés
La garnacha del Rosellón crece entre esquistos (en la foto: dos bloques sujetando los cables). Para que las raíces puedan penetrar profundamente en la tierra los vignerons de la zona usan a veces pequeños «cartuchos de dinamita agrícola».

21 de julio

Los tomates del pijo-huerto, creciendo y madurando.

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Amor y rabanitos

OLYMPUS DIGITAL CAMERALos rabanitos se pueden sembrar por aquí desde finales de febrero, en turnos de 15 días o así; no hay que enterrar mucho la semilla, ni después cubrir completamente el tubérculo con tierra; lo suyo -pienso- es que les de un poco el sol en la barriga, como a las cebollas; si no sabrán poco y picarán menos. Se empiezan a recoger enseguida, desde abril; en Madrid los rabanitos de mediados de junio  están demasiado fibrosos, no se les puede meter ya el diente (es como masticar una cuerda); los de julio ni se recogen, pero dejo que los últimos se suban a flor y que la planta se seque: así tendré semillas para resembrar en septiembre.

Una de las ventajas de regar a mano es que da tiempo a pasmar un poco entre las flores y hortalizas. Una de las desventajas es que la cámara, siempre en el bolsillo del pantalón, a veces se moja y a veces se llena de tierra (lo mismo le pasa al móvil, y no creo que tenga solución).  Estos días he descubierto mientras regaba que la flor de los rabanitos atrae a diferentes tipos de chinches. Las de la foto, atareadísimas, son chinches escudo (Carpocoris fuscispinus?).

Devota perdiz

OLYMPUS DIGITAL CAMERADecididamente, las perdices no son nada listas. Esta de la foto, madre devota donde las haya, se ha puesto a incubar justo debajo de una rama de moras ‘Royal Crown’, por donde paso todos los días -¡con los perros!- para abrir las llaves de riego de la alberca. ¿No tienen olfato?. ¿No tienen cabeza?. Todavía no sé qué rayo de luz o de buena fortuna la salvó de la hoz. Siempre andamos igual.  Encontramos el nido ayer por la mañana mientras desbrozábamos y limpiábamos esa terraza, la de las moras, y también la de esa charca que se forma con el agua que rezuma del viejo mortero de la alberca. Mohamed, que viene a ayudarme de vez en cuando, me insiste en que hay que impermeabilizar por dentro la alberca, idea recurrente todos los meses de agosto, cuando cuesta Dios y ayuda regar las huertas. Pero si lo hiciéramos nos quedaríamos sin charca. Así que no tiene sentido darle vueltas.

Mohamed menea la cabeza cada vez que surge el tema. En casa le llamábamos «Cacho Pan», porque al principio, hace ya unos años, cuando aún no existía  la amistad que existe ahora, siempre se mostraba púdico y algo cuentista a la hora de cobrar. Mientras doblaba sin prisa los billetes que yo le tendía, Mohamed repetía rutinariamente la cantinela de siempre: que podíamos pagarle con lo que tuviéramos, cualquier cosa, que a él con un «cacho pan» le bastaba… Ahora nos reímos bastante juntos. No tiene ningún problema en tomarse «un botellín» conmigo a media mañana, y en hablarme largo y tendido de sus hijos,  sus amores, en particular del de tres años, que coge de la mata los tomates cherri , los chupa un poco y después los tira, «como un pajarito», me dice su padre, imitando los gestos del niño.

OLYMPUS DIGITAL CAMERALe hice a la perdiz un doble semicírculo de zarzas y hierba fresca -idea peregrina, decían sin decirlo los ojos de Mohamed- para que no se sienta tan a la intemperie ahora que hemos desbrozado el herbazal que la rodeaba. Aunque sé que cuando están incubando  ni sufren ni padecen, y no hay nada bajo las estrellas que las haga moverse del nido -ni el zumbido de la desbrozadora, desde luego-, al atardecer subí a asegurarme  de que la perdiz seguía allí. Y hoy por la mañana bien temprano, otra vez.

Las patatas están sanísimas y en flor.  De los injertos, sólo un tercio parece haberse afianzado; los otros se secaron al poco de brotar, ahogados, suponemos, por el empuje de los brotes que empezaron a salir por debajo del corte. He levantado una de las dos camas de fresas y en su lugar he plantado puerros. Ya estamos comiendo rabanitos y lechugas. En un montón de paja y tierra, donde están sembrados los calabacines, una serpiente de 125 cms (los medí) nos ha dejado quedar su preciosa muda de encaje.

La última de la clase

Al terminar junio

nemoptera bipennis Esta especie de mariposa -que no es tal, sino una prima, del orden Neuropterae– estaba posada esta mañana en una de las pocas margaritas no decapitadas por la desbrozadora. Es una Nemoptera bipennis.  Le hice la foto mientras regaba las moras. Con la mano derecha sujetaba la cámara y con la izquierda la manguera. La nemoptera vuela a trompicones, como si no le hubieran enseñado bien, indecisa entre esta hierba o aquella, y quizá agobiada por el calor. Pero esta foto mía, hecha  de cualquier manera, no puede transmitir ni su falta de pericia ni su ligereza. A lo mejor por su vuelo torpe -sin el nervio y la determinación de las mariposas- o por esos  largos faldones flotando, la nemoptera parece un pañuelo, o un trozo de papel,  que el viento anduviera paseando por los rastrojos.

El amor no debe tocar nunca el suelo

Primavera-otoño 2012

«El amor no debe tocar nunca el suelo,
PARA QUE NO SE LO LLEVEN LAS HORMIGAS»
Pedro Casariego Córdoba (Cuaderno amarillo, rojo, verde y azul. Ardora Expres, 1998)

Ojo con ellas pues. Son golosas, irreflexivas, arramblan con todo lo que encuentran aunque no sepan muy bien para qué ha de servirles. En la huerta tienen una preferencia marcada por las acelgas que empiezan a subirse a flor. Tierra arenosa, calor intenso, acelgas que maduran deprisa. Ergo: pulgones. Ergo: hormigas. Y entre los frutales, a principios de la primavera -y muy en especial si no cae una gota-, por los melocotoneros. Es sabido que las hormigas pastorean a los pulgones. Los protegen de sus depredadores (mariquitas, crisopas…) y los conducen a los brotes más tiernos.  A cambio los pulgones les entregan su melaza: ese jugo azucarado que producen tras chupar y sorber la savia de las hojas frescas. Pero la película empieza más atrás. Con un exceso de abono, seguramente. O con una poda exagerada. Ambas cosas producen brotes numerosos pero débiles, excesivamente blandos,  tentadores. Sé lo que digo porque son mis propios errores los que me han enseñado.  Así como no volveré a plantar acelgas en una zona tan protegida, tampoco volveré a darles podas de formación tan agresivas a mis raquíticos frutales.  Las hormigas que recorren alocadamente el tronco del melocotonero, o el corazón de las acelgas, son sólo el eslabón más conspícuo de toda esta cadena de causas y efectos. El sol excesivo. La tierra pobre (cada año lo estará menos). Mi inexperiencia.  Una vez que se ha asimilado de verdad esta historia, entonces y sólo entonces puede uno plantearse combatir a los pulgones en alguna de sus fases de desarrollo. Sobre la melaza que produce el pulgón se desarrolla el hongo de la Fumagina -«negrilla»-; cuando las hojas están cubiertas de esta sustancia pringosa (y ahora oscura) la actividad fotosintética se reduce peligrosamente, tanto más cuanto los árboles/plantas son todavía muy frágiles…Así que no se les puede dejar a su aire. Un buen chaparrón limpia las hojas en un abrir y cerrar de ojos. ¿Hay agua en la alberca, con suficiente presión, para chorrear el melocotonero, las acelgas, al atardecer?. Plántense lavandas, salvias, y ajo, que las hormigas tratarán de dar un rodeo…y puede que hasta se aturullen  y se  les pierda el rebaño. Hay quien dice que albahaca, pero yo digo que no: que aquí, no. La albahaca quiere mucha agua, más de la que tenemos. ¿Y si ni por esas?. El último recurso es un aceite. Es decir, un insecticida, un pulgonicida (las hormigas deben irse antes, pues hacen mucho bien en otros frentes- bastará con un reguerito de azúcar). Un aceite de potasa (ya anda por ahí comercializado, como insecticida «bio»…), o un aceite de «neem».  Pero lo suyo sería que la tierra, de puro fértil, produjera plantas tan robustas que al pulgón se le quedaran los morros clavados en sus hojas y desistiera… Y una finca tan «biodiversa» que autorregulara sus poblaciones de parasitos/depredadores sin que nadie tuviera que intervenir (el principio más eficaz en una huerta de éstas  siempre será el de la «merienda de negros»). En conclusión. Las hormigas se llevarán todo lo que caiga al suelo. Trocean, trituran, limpian y esconden, incluso adultos y  larvas de muchos bichos malos (como esos saltamontes superabundantes que liquidan las judías en cuanto brotan: el vídeo de este post está filmado «in situ»). Hay que vigilarlas de cerca, por si acaso se llevan lo que no deben. Pero el balance, siendo justos, las hace más buenas que malas pues, aun siendo omnívoras, preferirán unas chuletillas de saltamontes a un poco de melaza de pulgón…  Y si favorecen el aumento del número de pulgones,  la culpa de que  ellos aparezcan ahí, ahí precisamente,  no es de las hormigas sino mía.

NOTAS:
Esta entrada estaba en la «bandeja de salida», a medio redactar, desde que Emma declaró su simpatía por las hormigas, «en especial las negras como el carbón, de culo gordo…». Sus  comentarios, así como las respuestas que siguieron, pueden leerse aquí: https://laramadeoro.com/2012/07/23/lro-hotel-resort-spa/#comments

Copio el siguiente párrafo del manual «Jardinez avec les insectes», citado mil veces en este blog: «La invención de la lucha biológica se remonta a los campesinos chinos, quienes, hace más de 2000 años, colocaban perchas de bambu entre los árboles de sus naranjales, para que una especie de hormigas carnívoras  pudieran pasar fácilmente de una rama a otra, limpiándolas de orugas y otros insectos vegetarianos…»

A la avispa-mamut le gusta la flor del puerro

Mediados de junio 2012

He dejado que algunos puerros se suban a flor sólo por el placer de verlos así.   Ayer por la mañana me acerqué a regarlos – unas salpicaduras rápidas, que no hay agua para más- y me encontré una especie de avispa gigante, de patas peludas y antifaz amarillo, libando el néctar de la flor del puerro.  Una Megascolia maculata flavifrons, avispón (en este caso, avispona, por el tamaño y el color de la cabeza), que los ingleses llaman «mammoth-wasp»,  y que sólo pueden verse en días cálidos- de las zonas cálidas- de los países cálidos... Como con la aristoloquia y la mariposa arlequín, el majuelo y la blanquita…si hay avispa-mamut debería haber escarabajo-rinoceronte, cuyas larvas son necesarias a la avispa en el momento de la puesta. Leo en internet que los plaguicidas+herbicidas han provocado una reducción salvaje de las poblaciones de estos escarabajos, con la inevitable y rápida reducción del número de avispas-mamut. Pero aquí, en LRO, tengo la impresión de que  el uso intensivo de acolchados orgánicos (ramas trituradas, siegas de cesped, y  heno humedecido, que un conocido nos regaló porque  no le valía ya como forraje para sus caballos) ha creado las condiciones idóneas  para que proliferen  los escarabajos, grillos, etc.  No todos ellos son útiles en la huerta -más lo serían en los composteros-, pero la mayoría  sí son al menos inofensivos.  Así que nos llevaremos bien.  Cada vez que el grillotopo se coma una cebolla o una lechuga (¡esta noche han sido tres!), trataré de sobrellevarlo recordando  a esta preciosa avispa-mamut, con sus pintas de heroína enmascarada.

Un aire de familia

Junio 2011


Las zigenas de 6 puntos, zigenas comunes, son polillas diurnas habituales en La Rama de Oro. Leo en la guía de M. Chinery: “abundante en zonas herbosas y con flores entre mayo y agosto; intensamente atraída por las flores de la centaura negra y la escabiosa”.  Escabiosas las hay a miles, y también centaureas, mezcladas con eringios y diferentes gramíneas anuales. La oruga se alimenta de leguminosas silvestres. Aquí, donde se sacó la foto, muy cerca del cauce de aguas pluviales, abundan en primavera el meliloto, diversas vezas que no he identificado aún, y la alfalfa, esta última –vivaz y muy resistente, que se mantiene en flor hasta bien entrado el verano– fue sembrada con avena en marzo del 2007. Casi cinco años después de comprar la finca, estos son algunos resultados concretos de las decisiones que tomamos al llegar: no volver a arar (esa siembra de “abonos verdes” fue, de hecho, la última vez) y segar con tiento, poco a poco, dejando siempre islotes y franjas sin tocar. La primera foto es del 2009. La segunda es de hace un mes, en lo alto de unas judías ‘Helda’, sembradas en esa misma zona. Es decir, que estas de hoy podrían ser, quizá, ¿las nietas de las que se apareaban tranquilamente hace dos años?.