Mediados de junio 2012
He dejado que algunos puerros se suban a flor sólo por el placer de verlos así. Ayer por la mañana me acerqué a regarlos – unas salpicaduras rápidas, que no hay agua para más- y me encontré una especie de avispa gigante, de patas peludas y antifaz amarillo, libando el néctar de la flor del puerro. Una Megascolia maculata flavifrons, avispón (en este caso, avispona, por el tamaño y el color de la cabeza), que los ingleses llaman «mammoth-wasp», y que sólo pueden verse en días cálidos- de las zonas cálidas- de los países cálidos... Como con la aristoloquia y la mariposa arlequín, el majuelo y la blanquita…si hay avispa-mamut debería haber escarabajo-rinoceronte, cuyas larvas son necesarias a la avispa en el momento de la puesta. Leo en internet que los plaguicidas+herbicidas han provocado una reducción salvaje de las poblaciones de estos escarabajos, con la inevitable y rápida reducción del número de avispas-mamut. Pero aquí, en LRO, tengo la impresión de que el uso intensivo de acolchados orgánicos (ramas trituradas, siegas de cesped, y heno humedecido, que un conocido nos regaló porque no le valía ya como forraje para sus caballos) ha creado las condiciones idóneas para que proliferen los escarabajos, grillos, etc. No todos ellos son útiles en la huerta -más lo serían en los composteros-, pero la mayoría sí son al menos inofensivos. Así que nos llevaremos bien. Cada vez que el grillotopo se coma una cebolla o una lechuga (¡esta noche han sido tres!), trataré de sobrellevarlo recordando a esta preciosa avispa-mamut, con sus pintas de heroína enmascarada.