Arbusto bajo + tapizante

Pittosporum tobira ‘Nana’ + Geranium sanguineum como tapizante/cubresuelo. Y abajo: una hortensia cualquiera + la temible Oxalis corniculata (aleluya o acederilla común).
Mismo esquema en los dos casos: arbusto bajo + cubresuelo para un macizo en semisombra, suelo mínimamente fértil (< aportes de materia orgánica cada dos o tres años) y si hay posibilidad de regar en verano, una vez a la semana/10 días en clima seco, o una vez al mes en la costa… Mantenimiento próximo a 0, salvo la poda de la hortensia.

Las aleluyas/acederillas comunes -aquí a la izquierda- son feroces invasivas, en especial en suelos arcillosos. Es decir, que, a pesar de sus ventajas (suelo cubierto eficazmente, mantenimiento nulo) pueden no valer en según qué macizo… La foto es de un pequeñísimo jardín urbano, entre dos aceras y la calzada, donde el peligro de conquistar otros espacios ajardinados es mínimo (no imposible, porque la semilla se disemina con facilidad) y donde no tiene cerca otras herbáceas con las que competir (¡la hortensia se defiende bien sola!). Una variedad más tratable pero también más exigente es la Oxalis acetosella, la que crerce por carballeiras y soutos (ergo: materia orgánica disponible) pero requiere sombra, incluso sombra profunda.
Foto de arriba. Los pitósporos son arbustos-todoterreno en las condiciones descritas (semisombra, suelo enriquecido de vez en cuando, riego medio-bajo). El que interesa aquí es sólo el Pittosporum tobira ‘Nana’, pues el común (Pittosporum sp.) se abre y desparrama y puede llegar a crecer más de dos metros, como un arbolito de copa abierta. Los geranios-cubresuelos, por su parte, también aguantan mucho. Incluso en el secarral de LRO los he plantado; tras el riego de supervivencia de los dos primeros años, para que pudieran instalarse, ni una gota he vuelto a darles, hasta el punto de casi olvidar aquellos «casi jardines». Explicación de que hayan aguantado a pesar de mi falta de atención: sombra en las horas centrales del día. Aunque la razón de plantar geranios, en mi caso, no fuera disfrutar de su floración sino poner desconsideradamente a prueba su resistencia, a nadie le amarga un dulce: las flores de mi Geranium sanguineum `Max Frei´ son de color violeta, pequeñas, poco duraderas pero abundantes.

Nota. «Tapizante» alterna en los catálogos con «cubresuelo de poca altura»; pero todas estas plantas tienen en común su capacidad para extenderse -por diferentes medios-, cubrir, tapar …ese espacio que si no estuvieran ellas vendrían a ocupar las hierbas adventicias (en el caso del Oxalis lo justo sería decir «otras hierbas adventicias»)

Casi jardín, con los años

Nadie lo cuida, nadie lo riega, nadie lo mira.  Cistus x crispus y bolsillos de Iris x germanica, duros como un almendruco (así, Miguel Manduca), hermanos gemelos de los que tapizan los taludes de la M30. Enfrente, entre más iris, crecen los cantuesos que traigo para trasplantar desde el fondo de la viña, con sus raíces y su pan de tierra, porque me da pena rebanarlos con el nailon de la desbrozadora.
Casi-jardines que empezamos a plantar hace diez años por las rocas peladas que rodeaban la casilla, en los rincones donde Anastasio, el anterior propietario, hacía fuego, prendía la lumbre, cuando tenía algún trasto que quemar. Han pasado los años.  No me molesto ya en quitar las hierbas (pocas son, además: los rizomas se apretujan y no dejan sitio).  No recuerdo tampoco la última vez que me apiadé de ellos y les eché un cubo de agua. Los cuasi jardines crujen. Hay lagartijas rabilargas bajo las ramas. A veces los recorre una serpiente de escalera, ¿la misma, quizá, que se protege del sol abrasador en la arqueta del riego? Rascando las jaras al deslizarse por el casi-jardín, la serpiente se desprende limpiamente de su muda/camisa, que luego encontraré yo, si no la rompen antes los perros, el día que vuelva a pasar con la desbrozadora.

Los casijardines de LRO (2)

Los casijardines de LRO (1)