Madrid, invierno
Es una nadería. Una flor vista y no vista, que apenas levanta una cuarta del suelo. Como algunas anémonas montaraces en medio de la nieve, aquí, entre el follaje del Jardín Botánico, asoman la cabeza en enero los Iris unguicularis ssp. cretensis, delicados parientes de los muy robustos híbridos de jardín, Iris x germánica – que tapizan los taludes de la M.30 y pueden con todo.
El Iris unguicularis – conocido como Iris de Argelia, pero común en todo el Mediterráneo oriental- y el Iris reticulata, procedente del Cáucaso, son los primeros bulbos que he visto florecer por aquí, antes incluso que los galanthus. Cuando estos iris minúsculos están en flor, sólo los hamamelis, los heléboros, las anémonas precoces, algunos avellanos y algunos camelios les pueden hacer compañía.
Sobre el cultivo del I.unguicularis, léanse estas recomendaciones de la Sra. Vita Sackville-West: (artículo de los años 50 reproducido en el blog de jardinería de «The Guardian»): http://www.guardian.co.uk/lifeandstyle/gardening-blog/2009/feb/19/gardens-iris-unguicularis. Mucho cuidado, de todos modos, con lo que dicen los jardineros de por ahí arriba. Aunque sea Vita Sackville-West. Si un inglés afirma que «sun and poverty are the two things it likes», o que este iris se da en el más «miserably poor soil», incluso entre la grava, semejantes frases no pueden interpretarse literalmente en Madrid (el bulbillo del iris se deshidrataría, y después terminaría de freirse al sol…). En la foto que encabeza esta entrada puede verse que el iris está brotando de entre una alfombra de hojas a medio descomponer. Ni el suelo, pues, es tan pobre ni la exposición tan soleada (el árbol que ha dejado caer sus hojas justo ahí protegerá más adelante a los iris con su sombra). Conclusión, la de siempre. Que en este secarral en el que vivimos, lo que para un inglés es «exposición soleada» para nosotros ha der ser «semisombra» o «luz indirecta». Y el suelo -por más que insistan los gurús del norte- ha de tener suficiente materia orgánica y una textura mínimamente arcillosa (¿cómo podría, si no, retener la escasísima humedad?) .
¿No son esos los lirios que huelen muy mal?
A mí me huelen a muerto – aunque tampoco es que uno vaya por ahí oliendo cadáveres…
Tengo un amigo que es mayorista de flores; algún día iré a darle la lata a su chiringuito para escribir después un post sobre las flores cortadas, y un sub-post del post, sobre coronas de muertos.
cuando hay nombre común aceptado en castellano: ‘lirio’, me suena un poco mal eso de Iris, sobre todo si no se nombra con la denominación científica completa, no sé es como llamar quercus a la encina o pinus al pino
En parte sí y en parte no. Sucede que mucha gente llama “lirio” no al Iris sino al Lilium, que es la forma latina de donde procede etimológicamente “lirio”. A pesar de ese vínculo, el Lilium >lirio dejó de usarse en castellano, y se prefirió, en general, la forma árabe (a verificar en un diccionario si lo tenéis a mano, yo no): azucena. O “azucena de San Antonio”. En mi entrada he puesto Iris con mayúscula precisamente porque dudaba que fuera “palabro cierto” castellano. Es verdad, y quizá debiera estar también en cursiva. Pero bueno, el propio comentario de Grillo me da la razón: creo que está confundiendo los Iris con los Lilium, porque es con estos últimos, las azucenas (que él, como mucha gente, llama ¡lirios!), con lo que se hacen las coronas.
Hace unos años estuve dando clases de jardinería en unos talleres del Centro Cultural de la Fuente del Berro. Mis alumnos se hacían a veces tal cacao con los nombres vernáculos que al final, en los casos en que podíamos estar no-entendiéndonos (sólo en ésos), opté por usar siempre el término latino. Bss.
En este blog encontraréis un montón de referencias sobre el Lilium/azucena, que la autora del post, como Grillo, y con el respaldo de la etimología, también llama «lirios»:http://classicgrandtour.wordpress.com/2012/08/13/lirios/.
Aprovecho para anhadir, que en el emblema de la Flor de Lis también se detecta algo de lío entre el Iris y el Lilium…
sí, claro, para eso están los nombres científicos, por la univocidad
y la heráldica flor de lis, que es…
Sí que hay un poco de lío con los nombres … Creo que al Lilium (grandes flores blancas) se le llama lirio de San Antonio o azucena. En las representaciones de San Antonio de Padua aparecen con frecuencia las azucenas que, además, florecen en junio, cuando se celebra la fiesta del santo.
Yo no diría que las azucenas / lirios de San Antonio huelen mal. Sí es cierto que tienen un olor muy fuerte. A pesar de ello, en el mes de junio solían colocarse dentro de las casas grandes ramos de azucenas cortadas en el jardín. Además del olor penetrante y mareante, tenían otro inconveniente. De las flores muy abiertas caía en grandes cantidades el polen y manchaba de amarillo los tapetes y los muebles.
Pero aquí no estábamos hablando de los lirios de San Antonio, sino de los lirios … Unos y otros, las azucenas y los lirios (supongo que el híbrido de jardín mencionado en el post, Iris x germánica), eran flores comunes en los jardines “viejunos” del norte. No sé si también en los del resto de España …
Bueno, sea cual sea el nombre botánico yo he querido decir que esas ‘flores’ moradas de tu primera fotografía huelen mal. Y hay otras (insisto en que no sé los nombres exactos) que huelen a pis. Tal vez las azucenas.
Y más. Antes daba gloria entrar en una floristeria porque olía bien, fresquito y a flores de distintos colores, algunas muy aromáticas. Pero desde que se inventaron los tanatorios tan llenos de flores en el espacio cerrado donde está el muerto, acaba recordánote a las florerías. Es decir, ahora las floristerías me huelen a tanatorio por correlación de ideas. Pregunta a tu amigo el florista al por mayor para el subpost de coronas de muertos.
Va. Vamos a llamar lirios a los Iris (las de color violeta de la foto, aunque las hay de muchos colores…), y azucenas o «lirios de San Antonio» a los Lilium (las blancas de las coronas, aunque las hay de muchos colores…). Y todas huelen regular en la floristería. Pero en el campo los lirios/Iris a mí me huelen riquísimo, como a un anís muy suave, nada que ver con el pestazo dulzón de las otras.
En Irlanda florecían los daffodil, de repente amanecían todos, amarillos como un sol en invierno. Se celebraba la fiesta del daffodil -y aún se seguirá celebrando- comprabas una florecita amarilla y te la ponías en el ojal. Hasta los presentadores del tiempo en televisión la llevaban. Creo que era para reunir fondos para caridad. Puede que sean estas flores de las que dice Grillo que huelen a pis. Aún no sé qué nombre se les da a los daffodil en castellano, son bulbos como los lirios, pero creo que en España no florecen como allí, en cualquier campiribi.
Echo de menos el campo!
Me gustan los crisantemos ( para cuando hagas el post sobre flores de muertos)
Qué tradición más bonita. Los dafodills son narcisos silvestres (bueno, también los venden por ahí, en variedades hortícolas «mejoradas»). Nunca he estado en Irlanda, sabes, y eso que tengo familiares políticos por allí arriba (un cunhado y el resto del clan). Cuando mi hermana y él se casaron, en La Corunha, todos los irish llevaban un ramito de brezo blanco en la solapa.
Barbie, yo viví tres años en Irlanda, en el condado de Clare, en un pueblo llamado Ennis. Nunca me sentí tan libre como viviendo allí. Lo bueno de Irlanda es que es exactamente tal y como te la imaginas. O mucho mejor.
Mi hermana dice lo mismo. Y es de fiar, como tú. Osea que hay que ir. A la floración de los narcisos/daffodills creo que no llego, pero a ver si…¿después de la vendimia? (ya empezamos con la cantinela) Bss
No sé. Pero si es necesario yo iré a ayudarte con la vendimia para que acabes antes. 🙂