El odio de un tulipanero

(Resumen de  El tulipán negro, de Alejandro Dumas; los fragmentos transcritos pertenecen al capítulo sexto, «El odio de un tulipanero». Ed.Akal,2000. Traducción de P.Hernúñez)

bosschaert 1630, museo de estocolmoCorre el año 1672. Cornelio Van Baerle,  joven y acomodado ciudadano de Dordrecht, ha invertido en sus arriates e invernaderos de tulipanes  una buena parte de la fortuna familiar.  Poco a poco se va haciendo con su cultivo. Produce nuevas y hermosas variedades, y su fama se extiende por las Provincias Unidas.

“…Van Baerle pertenecía a aquella ingeniosa e ingenua escuela que tomara por lema, ya en el siglo VII, este aforismo: “Es ofender a Dios despreciar las flores”. Premisa de la que la escuela tulipanera, la escuela más selecta, extrajo en 1653 el silogismo siguiente: “Es ofender a Dios despreciar las flores. Cuanto más bella es la flor, más se ofende a Dios al despreciarla. El tulipán es la más hermosa de todas las flores. Luego quien desprecia al tulipán ofende a Dios infinitamente…”

Puerta con puerta vive su archienemigo Isaak Boxtel, otro tulipanero, eclipsado por la fama (justificada) de los tulipanes de Van Baerle.   Boxtel, corroído por la envidia y la curiosidad, decide espiar todos los movimientos de su vecino. Éste no sospecha nada. Además de excelente tulipanero, Van Baerle es un hombre distraído y de buen corazón.

“…De modo que, para hacerse una idea de lo que era un condenado olvidado por Dante, había que ver a Boxtel por aquella época. Mientras Van Baerle escarbaba, abonaba, regaba sus arriates, mientras que de rodillas sobre el declive del césped analizaba cada vena del tulipán en flor y meditaba sobre las modificaciones que en él podían hacerse, las combinaciones de colores que podían intentarse, Boxtel, escondido tras un menudo sicomoro que había plantado a lo largo de la tapia, y que le servia de biombo, seguía con ojos desorbitados y la boca llena de espumarajos cada paso, cada gesto de su vecino…
…Una vez dueño de ella, tan rápidos progresos hace el mal en el alma humana, que pronto Boxtel no se contentó con espiar a Van Baerle. Quiso también ver sus flores; en el fondo era un artista, y la obra maestra de un rival le interesaba muchísimo.
Compró un telescopio, y con él pudo seguir, además de al propietario, toda la evolución de la flor  desde el momento en que su pálida yema brota el primer año hasta aquel en que, tras haber cumplido los cinco, moldea su noble y gracioso cilindro…
¡Ay, cuántas veces el desdichado envidioso, encaramado en su escalera, vio en los arriates de Van Baerle tulipanes que le cegaban por su belleza, que le quitaban el aliento por su perfección!…¡Cuántas veces, en medio de sus torturas, de las que ninguna descripción podría dar idea, se vió Boxtel tentado a saltar al jardín a la llegada de la noche y destrozar las plantas, devorar los bulbos con los dientes e inmolar al mismísimo propietario si se atrevía a defender a sus tulipanes!.
Mas matar a un tulipán  es, a los ojos de un verdadero floricultor, un crimen tan horrendo…
Matar a un hombre, pase…”

En estos momentos, como todo tulipanero que se precie, Van Baerle trabaja sin descanso en la obtención de un tulipán negro. El que lo consiga recibirá un premio de 100.000 florines, ofrecidos por la Sociedad Tulipanera de Haarlem. Boextel sabe que su odiado vecino está a punto de lograrlo.
tulipan negro“…Daba la una de la madrugada y Van Baerle subía a su laboratorio, el cuarto de vidrieras en el que tan bien penetraba el telescopio de Boxtel… Éste lo observaba escogiendo semillas, regándolas con sustancias destinadas  a alterarlas o colorearlas. Se enteraba cuando, calentando ciertas de aquellas semillas y humedeciéndolas luego, y combinándolas después con otras mediante una especie de injerto, operación minuciosa y maravillosamente ingeniosa, Van Baerle encerraba en las tinieblas a las que debía dar el color negro, ponía al sol o bajo la lámpara a las que debía dar el rojo, observaba en un permanente reflejo de agua las que debían producir el blanco…”

…Y entonces empieza de verdad la historia. 1672. Juan de Witt es desde hace casi veinte años el Gran Pensionario (algo así como Primer Ministro) de la próspera República de las Provincias Unidas. Pero el ejército de Luis XIV, el rey francés, ha empezado la invasión del país, obligando a sus habitantes a inundar  huertos y prados para cortarle el paso. hnos de wittEnfurecida, la población se vuelve contra el republicano De Witt y reclama el regreso del heredero de la casa de Orange, Guillermo III. Juan de Witt tiene un hermano, Cornelio, alcalde de Dordrecht y padrino…de nuestro amable tulipanero Van Baerle. Cuando la animadversión de los ciudadanos empieza a crecer, éste De Witt visita a su ahijado, simula interesarse por sus tulipanes y, ya a solas en el secadero de los bulbillos, le hace entrega de un misterioso paquetito, para que lo guarde  en un lugar seguro… Van Baerle  lo esconde allí mismo, en un cajón de bulbos. Y como no vive más que para sus flores, ni siquiera pregunta qué contiene el paquete. Los lectores sí lo sabemos: es la correspondencia entre el Gran Pensionario y el Marqués de Luvois, ministro de la guerra del Rey Sol. Los hermanos de Witt han tratado de negociar con los franceses para evitar la guerra; ahora bien, si las cartas cayeran en manos de los orangistas, éstos podrían tergiversarlo todo, incluso acusarles de alta traición. ..
Padrino y ahijado se abrazan y se despiden.
No pueden sospechar que, muy cerca de ellos, mirando a través de un telescopio,  alguien más ha asistido a la escena…

23 comentarios en “El odio de un tulipanero

  1. ¿Es historia (realidad) o ficción? ¿Consiguió el amable tulipanero crear un tulipán negro? ¿cómo obligar a una flor a nacer de otro color al que inicialmente estaba destinada? ¿Si el hombre cambia las leyes de las flores no está, en realidad, cambiando las leyes de Dios?

    Me encanta esta historia, espero la continuación.

    • Aja. Claro que es llevarle la contraria a Dios, ésa es la gracia. Con un pincel se coge un poquito de polen del estambre del tulipán A, y se lleva a fecundar el pistilo del tulipán B. Y después se siembra esa semilla. Antes se hacía así, como todavía hoy con los calabacines….Ahora todo empieza y termina en un laboratorio: se acabó la poesía.
      Hay un tulipán que se acerca mucho al negro; se llama ‘Reina de la Noche’, como la locatis de la ópera de Mozart.La historia es en buena medida real. La historia de los De Witt, que acabaron linchados en la calle; sus agradecidos conciudadanos los rajaron de arriba abajo, los descuartizaron in situ y se fueron por La Haya vendiendo los trocitos…para asar…Hay un cuadro (creo que en el Rijsmuseum, pero no estoy completamente segura, sobre tan edificante muestra de amor entre el pueblo y sus dirigentes; de repente se me ocurre que quizá no debería dar ideas, tal como anda el patio…). La Sociedad de Haarlem, y sus concursos, también existió. La aventura del tulipán negro y del buen Van Baerle me parece que ya no. Eso es de la cosecha de Dumas. Pero no puedo contarte el final de la novela…salvo lo de De Witt, que ya está contado, el resto es puro locurón novelesco, al estilo de Los 3 mosqueteros. ¡A leerla!. Bstos.

  2. Este comentario va a ser un ‘hablar por hablar’. porque entiendo poquito de flores y planticas; pero da gusto leer lo bien que lo cuentas todo, Barbie.

    No estoy muy de acuerdo con eso de Emma de que si el Hombre cambia las leyes de las cosas está cambiando la ley de Dios. Dando por hecho que existiera ese Dios y que se hubiera inventado ‘sus’ leyes, el ser humano no hace más que saltárselas – y muy bien por cierto – no sólo combinando distintos pólenes para crear otros colores de tulipanes o calabacines, sino mezclando los colores primarios para conseguir una gama casi infinita de ellos, o descubrir y perfeccionar medicinas y tratamientos que curan enfermedades inherentes a la naturaleza humana. ¿Creó dios el cáncer como una de sus leyes y le hemos burlado curando cada vez más y más cánceres? Habría que repensarlo un poco más.

    Y esto sí que sí: tuve la oportunidad de ver un poquitín del rodaje de la peli ‘El tulipán negro’, y por ese mismo dios: ¡qué reguapos eran Alain Delon y la bellísima Virna Lisi !
    Yo creo que a raíz de aquella peli y ese par de galanes estuve un tiempo comprando tulipanes – que no huelen a ná – y los colocaba en una especie de pecera de cristal esférica, negra, que me alegraban la vista mientras duraban frescos y erguidos.

    Besitos a ambas,

    • Por supuesto, por qué habríamos de dejarnos amedrentar por leyes metafísicas (que sólo son de aplicación para quienes creen en ellas). Pero es que, además, como decían incluso los floricultores que SÍ creían en Dios, ¿por qué no habían de gustarle a éste nuestros tejemanejes?. Crear un nuevo tulipán o investigar la curación del cáncer, utilizando la genética. ¿Los límites?. Sí, alguno ha de haber, en mi opinión. Los alimentos transgénicos, por ejemplo, pueden subvertir el equilibrio natural, ¡pero no porque lo diga Dios!, sino porque existe un riesgo real, «físico», que no metafísico, todavía imposible de evaluar…. O la clonación de seres vivos y cosas por el estilo. No es necesario creer en Dios, me parece, para sentir un escalofrío al pensarlo. Más allá de estas cosas -y supongo que la gente racional podría llegar a ponerse de acuerdo al respecto- no veo qué problema hay.
      Sabía de esa película, pero no la he visto. ¿Está basada en la novela de Dumas?. ¿Hace Delon de Van Baerle?. Qué poca traza de labriego le veo.

  3. Claro, claro, la peli está basada en la obra de A. Dumas Jr.. No era gran cosa pero entretenía entonces. Me parece que Delon hacía del conde Sanit Preux, pero ya sabes, con el juego de su hermano gemelo y el amor rival de ambos por Virna Lisi.

    De esto hace mucho y me suena vagamente que a Marsillac le tocó hacer el papel del puñetín; mal. Y Laura Valenzuela de sirvienta también desplazada.
    Después de leer el libro creo que no merece la pena ver la peli a menos que, como yo, vieras por casualidad en carne y hueso a los dos ptotagonistas y quisieras ver luego a la Lisi – que apenas veías su parte erótica porque aquí la censura le metió mano – en el peor sentido.

    Lo de Dios, además de mentirijillas bíblicas, es confuso. Conste que respeto mucho a los creyentes y me parece que a pesar de los desmanes y crímenes que se han cometido en nombre de la/s religión/es, también ha/n ayudado una barbaridad a soportar la penalidades de la vida a millones y millones de criaturas en espera de ser recompensados en ese ‘más allá’ prometido.
    Ya de joven pensaba que hubiera estado mejor que dios tuviera una hermana, novia o novio, familia y que hubiera tenido un poco sentido del humor.

    A ver si el nuevo Papa, (me fascina todo eso del cónclave, las puñaladas traperas y zancadillas entre aspirantes, etc,) se estira y en vez de quitar la mula y el buey de nuestros nacimientos, dice INFALIBLE , que todo eso son paparruchas y nos cuenta otra revelación de última hora; algo fascinante, heterodoxo, cachondo e incuso humano. Un Papa ‘diferente’, capaz de cambiar el vestuario y ponerlo todo patas arriba. No digo que en vez del papamóvil vaya en Harley o se asome al balcón en mangas de camisa y con los brazos tatuados, pero algo distino a lo que ya tenemos visto durante dos mil años.
    No caerá esa breva ¿verdad?

    Echa un vistazo a mi nuevo post, ‘En el dentidsta’. Otra vez todo real, sucedido.

    Muac.

    • Que el vestuario no lo toque, que me pone mucho. Lo demás, por mí, todo.
      No soy creyente, pero tampoco comecuras ni militante de nada; no era mi intención entrar en discusiones serias, que le quedarían grandes a un blog de flores y bichos como éste. Digamos que, en general, a los curas los prefiero a distancia. Pero el cura de mi pueblo, por ejemplo, que se dedica a cultivar kiwis y coleccionar guitarras antíguas…es un amor.
      Me has hecho alucinar con la peli de Delon: ¡no tiene NADA que ver con la novela!.El guionista se debió de fumar algo -algo caducado- antes de ponerse al lío.

  4. Ah, Grillo, tienes un nuevo post!

    Oh Dios, oh Dios, Oh Dios
    Si para verte bastara un beso
    ¿por qué? oh, por qué
    No basta eso

    Me he acordado de esta poesia que nada tiene que ver con los tulipanes ni con Dios.
    o quizá sí?
    Yo no sé si respeto a los creyentes. La verdad es que si son como esos que te meten a la Iglesia por los ojos me niego en redondo. Pero reconozco – y desde luego nada que ver con la religión católica- que mirando el ocaso, los árboles, el florecer de las flores, el libar de las abejas, las estrellas en el cielo, los niños, los lagartos…los grillos, qué sé yo pues a una se le enciende una lucecita que dice, todo esto tiene significados profundos a los que no llego, la extraña tozudez de la tierra en su giro eterno, la exacta distancia con el astro rey. Todo eso me fascina y quisiera creer en Dios.
    Sólo que es un Dios al que parece que nada importamos y entonces ya no me gusta. Pero no será que me puede mi visión antropocéntrica?

    En todo caso : Gracias Dios por habernos dejado a los hombres crear los tulipanes.

    • Sí. Hoy al releer los comentarios encuentro que quizá fui un poco frívola…No digo que se inventaran nuevas variedades para darle en la nariz a Dios, adrede. No. Eso sería una tontería. Sí me imagino, aunque no tengo aquí libros donde consultarlo, que muchos predicadores calvinistas encontraban pecaminoso jugar a ser pequeños dioses en un laboratorio de floricultor. Éstos, que tenían por entonces más de químicos que de floristas, formaban parte de la sociedad ¿liberal?. En cualquier caso, incluso hoy, a muchos nos sigue pareciendo maravilloso jugar con los ingredientes que te pone Dios/sive Natura (yo prefiero esto segundo) y dar con nuevos colores de tulipanes… y rosas…y….Cosas inofensivas y preciosas.
      Otra cosa. Los tulipanes más bonitos eran los que tenían un virus que los deformaba; las semillas, en principio, creo que estaban sanas, por eso Van Baerle, en el texto, las tuesta, las moja, las cambia de tierra, qué se yo…Las manipula para ver qué pasa. Realmente no sé qué técnicas concretas utilizaban a finales del S.XVII; habría que buscarlo en un libro especializado, que no tengo. Pero por entonces ya conocían la estructura sexuada de las flores, eso sí.

      Entiendo esa exaltación de la que hablas. Yo quisiera revivirla en el instante de morirme, justo en ese instante.

  5. Tengo muchas ganas de leer entera la novela de Dumas, que leí de niño en una edición abreviada con dibujos (en la portada salían dos espadachines a punto de enfrentarse en el interior de una mazmorra), supongo que de la editorial Toray. “Los tres mosqueteros” es uno de los libros que más me impresionaron en mi vida, y todo empezó con la serie aquella de “Dartacán”, que no he vuelto a ver y no sé si resistiría el paso del tiempo (supongo que por eso no tengo especial interés en volver a verla), pero que debía de ser buena, al menos como serie infantil, si despertó esa afición por la novela original y, en definitiva, por la lectura.
    Hablando de los políticos holandeses que terminaron en trocitos, creo que hay pocas cosas tan despreciables y peligrosas como una chusma enfurecida, pero a veces al ver cómo está el patio en España me pasa como una nube negra y empiezo a pensar en que una guillotina igual no venía tan mal en este momento y cosas de ese tipo; pero afortunadamente sólo me dura unos segundos y luego vuelvo a ser la persona pacífica y afable de costumbre.

  6. Santo Tomás decía que lo único que Dios NO puede hacer es cambiar lo que ya ha sucedido. El hombre en cambio sí puede, se llama genética y selección artificial, genómica y modificación de bases, epigenética y alteración de transcripción proteínica. Podemos hacer tulipanes negros (una horteradila, me parece), ratones con seis patas, moscas con las alas en el lugar de las antenas y las antenas en lugar d elas patas, vacas de diez hubres…etc. Y estoy con Emma, es ir contra de Dios, esa es la parte que más me gusta

    • Hermano Lansky, Emma ha terminado dando gracias a Dios «por habernos dejado a los hombres hacer los tulipanes» (vid. supra). ¿Es lo mismo un FABULOSO tulipán negro, o la investifgación sobre determinadas enfermedades,… que un ratón de seis patas, una vaca multi-lechera, por no hablar de otras aberraciones, muy requetepeligrosas, amén de absurdas?. Digo yo, que una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa.
      ¡Viva la Reina de la Noche!

  7. Me la voy a jugar con Lansky otra vez. Yo creo que eso lo dijo Aristóteles….

    Santo Tomás fué más ampuloso (?) y dijo algo así como que Dios no necesitaba ni pruebas de su existencia; y qué él no quería enumerarlas para que el Jefe no le llamara ‘tomasín’. De ahí viene hoy lo de llamar ‘tomasín’ a un pardillo que va de listo… Y en cierto modo tenía razón: a mi me la fefanflinfaría que alguien pretendiera dar prubas de mi existencia real en este bloguerío.
    Mola.

    Lans, macho, mañana es viernes y te toca otra vez no mentar a tu Darwin. Métete con Mandel, que me caía fatal. Gracias.

    Y ¡ VIVA LA REINA DE LA NOCHE !
    Barb. ¿que te han regalado por San Valentín? A mi no ha querido cbrarme los 5 cts. de la bolsa de plastiqué la cajera de Alcampo.

  8. Barbie, yo no recuerdo haberme dado ningún golpe en la cabeza ultimamente y soy de los que a menudo cambia el orden de las letras en palabras más comunes. Da igual ¿no?
    He estado meditando sobre el vestuario papal y estoy contigo, mola. Es todo ‘alta fantasía’ en lo que se puede ver, pero que cambien la ropa interior, que sea toda comprada en el sex shop del´Vaticano. Qu en vez de silicios para la mortificación secreta, que lleven puesto todo el día en Yes Extender o Jet Extender de esos y solo se lo quiten cuando vayan a dar por cul…

    Lansky, la cajera del Alcampo ya es prácticamente mía. Es la nº 26, se tapa el nombre hispanozorro con un bucle de sus pelirrojas extensiones, tiene las uñas pintadas de morado/oscuro, con algunos desconchones y es de las que tellaman señor Javier o don Grillo. Ah, y tiene un diente circundado de oro. A lo mejor cambio y me voy con una reponedora de las estanterías de ropa blanca. Lo pnnsaré mucho también. No hay prisa…

    • ¿Cómo puede una escribir un post de tulipanes y terminar hablando de la sex-shop del Vaticano, con un coscorrón de tres centímetros en la cabeza?. ¿Habrá alguna relación entre todas esas cosas…?. ¿….?.
      No voy a seguir por ese camino, no voy a decir ni mu sobre los calzoncillos cardenalicios, no vaya a resbalar otra vez esta noche, me tengan que escayolar una pierna, y a ver cómo podo después unos olmos que están esperando por mí en Soto del Real. Besos.

  9. Vale.
    Va entonces otra pregunta ¿Tiene algo que ver la margarina esa, Tulipán, con esas flores? ¿Se extrae de ellas?

    Y no te des más coscorrones… Yo creo tener en el trastero una antigua chichonera de mimbre. Si la quieres te la regalo y solo te pido a cambio que nos mandes una foto porque es muy sexy.

    • Ya lo tengo: porque será una marca holandesa. Y como hacemos los españoles con la gitana, el toro y el jamón, pues los holandeses llevan siempre junticos el tulipán, la mantequilla/queso/vaca y la Ronda de Noche.
      Bstos ¡y gracias por la oferta de la chichonera! (me acabará haciendo falta, ya verás, si seguimos defendiendo los híbridos poliploides -y las demás cosas- contra el dictamen de la Santa Madre Iglesia…)

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