Castañas y mosto

HEL218361(Castañas y vino joven, Albert Anker, 1887).
Entre mediados de octubre y mediados de noviembre – límites elásticos, en especial hacia el verano- los habitantes de una franja de tierra que va desde los montes del Caurel hasta las estribaciones del Caúcaso, bajando por el sur hasta la cordillera del Atlas y subiendo por el norte hasta los valles recoletos del Tesino,  han empezado a encender sus hornos, asadores portátiles y paelleras agujereadas, y, al tiempo que preparan el primerísimo vino del año (es el momento del descube), separan las castañas buenas de las picadas, les hacen un cortecito con una navaja para que no estallen, y las van echando con parsimonia a las brasas, donde se irán calentando lentamente, una media hora, o, para ser exactos,  «el tiempo de rezar un rosario».
Como el cuadro está en un museo de Berna, y su autor era de allí, puede pensarse que las castañas proceden  de Ascona, a orillas del Lago Maggiore, donde cada mes de octubre se sigue celebrando la «castagnata», hermana gemela de nuestros magostos (algo más tardíos). ¿Y ese líquido pastoso de la copa? ¿Vino joven, como dice el título? No, no lo parece. Mosto espeso, más bien. Será un mosto de chasselas, procedente de unas viñas de la vecina región de Lavaux, plantadas a lo loco, «en foule», que es como se hacía antes en toda Europa (antes de las calles ordenadas y simétricas, las espalderas, las podas rigurosas, etc) y vinificadas en un visto y no visto, como todavía hacen algunos por aquí (Anastasio, por ejemplo, «corre» el vino a mediados de noviembre)

Nota.
Albert Anker es especialmente conocido por sus escenas de género – niños, juguetes, perritos e institutrices-, reproducidas en calendarios y diverso «merchandising» alpino, un monumento a la gazmoñería que, sin embargo, es lo que en su tiempo le daba de comer a este señor. No los bodegones, que pintaba para él, por puro placer, y que hoy, hoy que el mundo está tan gastado, es lo que de verdad nos encandila a nosotros, necesitados como estamos de que nos ayuden a recordar las cosas tal cual eran. Es decir, tal cual son.

15 comentarios en “Castañas y mosto

  1. Este fin de semana he estado asando castañas encima de la estufa de leña con una sarten de esas agujereada al efecto ( me resisto a llamarla ‘paellera’, en todo caso si es plana y con dos asas: ‘paella’). Las he tomado con un whisky de malta, que se le va a hacer

  2. ¿El tiempo de rezar un rosario es suficiente para que las castañas estén bien asadas? Yo tenía entendido que eran tres rosarios … En todo caso, el tiempo puede variar en función del método utilizado, ¿no? ¿Conocéis el tambor para asar castañas? Es un cilindro de metal agujereado que se cuelga de la cremallera (¿se llama cremallera?) de la chimenea («lareira»). Tiene un mango largo que se utiliza para darle vueltas y así evitar que las castañas se quemen. El tambor se utiliza para asar castañas en Galicia, no sé si también en otros sitios …

    • Veamos: todo depende de la velocidad del rezo; sé de algunas señoras en el pueblo de mis padres (en la Costa da Morte) que pueden alcanzar velocidades de vértigo con un rosario en la mano. El padrenuestro en latín de Lansky, bien vocalizado, yo creo que puede valer por el rosario completo. Tiene más mérito. Y más todavía el padrenuestro en kisgüeili (como lo oís, pero no sé cómo se escribe), dialecto tanzano; un tío mío me lo enseñó a los doce años ¡y no lo he olvidado! (wawa-yetu-uliyemguni-yinalato litukuz´wue?, etc; no lo rezo hasta el final `porque se me quemarían las castañas). Lo que ya no puedo decir es si es de verdad el padrenuestro en kisgüeili…ni siquiera si esta lengua existe..o es todo una patraña de aquel tío mío (menudo era). Mientras busco en google información al respecto, te diré, Betula, que sí, que yo también he visto esos asadores que dices. No sé si son invento gallego, imagino que no. Mi padre y un amigo se hicieron uno reciclando un tambor de lavadora, que llevaron al herrero para que le soldara un pie y unas asas (…este apaño sí puede ser «invento» gallego…como el pater-noster en tanzanés, me temo). Bss

  3. Qué ricas las castañas asadas, pero qué indigestas y qué mal me caen. Las castañeras malagueñas de kiosquillo en la calle las asan en una olla de metal y porcelana interior, agujereada, sobre un fogón de carbón; y les ponen un poquito de yeso, como a los garbanzos torrados, (perdón: torráos). Así se protegen más y hace que se pelen muy fácil.
    Y lo que mola ir por la calle con el cartucho de papel de estraza calentándose las manos….

    Me parece que se os ha ido la mano con el tiempo de asado ¿Lo que dura un rosario? ¿no es eso mucho tiempo?

    Y de lo que no me privo es de comprarme más adelante unos buenos botes de marrón glasé… que tampoco es fácil de digerir… pero me encanta.

    Tengo que enterarme por qué los mayores nos volvemos golosos. A mi de niño no me entusiasmaban las chuches; solo el regaliz Zara y el chicle Bazooka de barra.

    • Pues tengo entendido que en algunos pueblos de Málaga se celebran unas «castagnatas» que no tienen nada, pero nada que envidiar a las del norte. El tiempo estándar de un rosario (un poco farfullado, pero vale lo mismo) son VEINTE MINUTOS. A fuego lento puede ser incluso poco…de ahí que Betula se incline por rezar tres. ¡Y como si se rezan cinco, lo que haga falta!. En mi opinión, sólo si están bien bien asadas no son indigestas
      (Parte del comentario borrada. Había escrito que en Monforte se hacían marrones glacés ¡y NO!. Se hacen en Orense..Lo dejamos para otro día. Perdón por el cruce de cables)
      Muchos bss Grillo

  4. Bueno, bueno… No sabes los bosques y castañedos tan inmensos que hay en la serranía de Ronda.

    Mira en tu buscador ‘castañedos en la serranía de Ronda. Málaga’.
    Iba allí a menudo (un mareo de curvas con el coche) porque además del paisaje no te imaginas los restaurantes baratos y estupendos que hay.
    Y lo que más me llamó la atención, en una plazoleta recogida hay un anticuario que ya querrían los mejores de España. Curiosísimo. Y nada de ‘medallones’ (artúculos falsos, modernos) que tienen. No me explico eso; no le encuentro razón de ser. Y van muchas personas buscando piezas raras que acaban consiguiéndolas en poco tiempo.
    ¿¿?

    Besos, ‘muñequita’ (no lo digo en plan chungo ni machista.)

    • Y pensar que para la mayoría de la gente Málaga es única y exclusivamente la costa del sol…Aunque quizá sea mejor así; supongo que la sierra está menos concurrida, lo que es bueno para todos, en especial para los nativos, que se comerán ellos todititas las castañas, sin guiris de por medio. El turismo que se promociona por la serranía es bastante apetecible (lo que tú cuentas, con el sabor que tienen las cosas que se conocen de primera mano, todavía más). Mira esto: http://www.serraniaronda.info/pagina.asp?cod=120.
      Antes no me gustaban las antigüedades. Ahora, que estoy hasta la gorra de los ikeas y demás, empìezo a mirarlas con mucha atención. Aunque, para ser justos, más que de antigüedades propiamente dichas (que son valiosas de por sí) hablo de los típicos trastos de las brocanteries ( no sé: una regadera de lata, un perchero, un banco de jardín al que le falta una pata…esas cosas)

      • Yo soy muy trapero y he encontrado en la basura de los barrios burgueses de Madrid muchas maravillas, desde percheros a estanterías y radios de válvulas; una amiga me los restaura si hace falta (a veces basta con lavarlos, lijarlos un poco o barnzarlos suavemente). mi casa está llena de muchos de esos tarstos reciclados. Ikea está bien, sin abusar

  5. El cuadro de Anker me parece estupendo. No sé cómo serían sus escenas de género, pero si las pintaba el mismo que ha pintado ese vino denso y turbio, algo tendrían. Por cierto, a primera vista jamás hubiera identificado como vino ese líquido amarillento, pero luego he recordado el vino de Hontalbilla, tierra de pinares entre Segovia y Valladolid, que tenía un aspecto bastante parecido -un poco más anaranjado- y del que los naturales estaban muy orgullosos, aunque la verdad es que estaba bastante malo. No sé si alguien lo seguirá haciendo o estarán ya todos cobrando el subsidio y viéndo «Sálvame».

    Las castañas asadas no están mal, pero lo que realmente me priva, como a Grillo, es el marron glacé. Tampoco está mal la crème de marrons. No soy nada goloso, yo

    • Hola Vanbrugh. Yo no conocía a Albert Anker, es un descubrimiento muy reciente. Sus cuadros de género son en un estilo costumbrista, decimonónico, con su gotita de moralina, sentimentales… Pero era un grandísimo pintor, desde luego. Sus retratos son tan interesantes como los bodegones, en mi opinión. Éste que he colgado en el post no es ni mucho menos el mejor ni el más conocido. Es el que me encontré de casualidad el otro día, en un museo de Berna, y me gustó mucho la pincelada basta, pastosa como el propio mosto.
      Todos los años me traigo un cesto de castañas de Galicia (mi padre tiene una docena de castaños, ya muy crecidos, y éste ha sido buen año). Aún no las he hecho pero caerán pronto, quizá mañana o pasado, en las brasas de la propia chimenea. Hacer este tipo de cosas -como la mermelada de moras, el pacharán, las ollas y ollas de salsa de tomate..- le dan mucho sabor a las tardes de otoño (ya tan apagadas y aburridas). Bss

      • Por cierto, he buscado el vino de Hontalbilla y sólo encuentro distribuidores, no elaboradores. Quizá estén, como dices, retirados del negocio, viendo la tele..Pero Hontalbilla ¿no es ya Ribera del Duero?. Investigaré más

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