Cada verano
Instrucciones: plantar el jardín nada más llegar a la playa. Colocar la toalla detrás, para entrever el mar a través de los palitroques. El jardín -que es efímero y no pide nada- durará lo que tarde la marea en subir hasta él.
La Rama de Oro
La Rama de Oro 
Yo lo he hecho mucho. por ejemplo, en la playa en que estoy con mi perra Jara en la foto de mi blog.
Y es que las maderas de deriva son un material precioso, digno de cualquier robinsón de medio pelo como yo
Lansky, perdóname, tenía este comentario tuyo sin contestar, olvidado en la bandeja de entrada desde hace un mes. Material de deriva. Las playas están ahora, en general, mucho más limpias que antes (parece mentira, verdad, pero es cierto). No digo que estén impolutas, ni mucho menos. Pero es que cuando mis hermanos y yo éramos niños, en los años setenta, todos los días del verano -todititos- mi madre nos tenía que limpiar con aceite el chapapote que traíamos incrustado en las plantas de los pies..
Ahora, junto a las preciosas maderas pulidas (no me canso de recogerlas, algunas son suaves como la piel de un bebe), sigue apareciendo mucho trasto. En una sociedad ecoloxista local con la que iba a ver pájaros y a limpiar playas, y de la que aún sigo pagando las cuotas (aunque ni se acordarán ya de mí) hicimos una tarde un concurso. A ver quién traía «a merda máis orixinal» de la playa de la Lanzada… Hubo muchos premios de consolación, pero el que ganó, por unanimidad, fue el que desenterró de la duna…la carrocería de un Seat Panda.