Dedicado a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil
Pequeño Saltamontes de Caminos, Canales y Puertos: impermeabiliza, canaliza. No hagas nunca con las manos lo que puedas hacer con una máquina. No creas lo que te dicen tus ojos, sino lo que te dice tu iPod. Y entre dos opciones posibles, escoge siempre la más difícil. La más confusa. La más cara. La que se vea mejor desde lejos. La más mineral. La más objetivamente fea. La más irreversible. La más irrelevante. La más dura o la menos blanda. La más vanguardista. La que más escombro genere. La más gris. La más fría. Aquella, en definitiva, que más obstáculos ofrezca al anidamiento de cualquier especie animal, incluida la humana.
Tomemos dos puntos en la orilla de un río. El punto A y el punto B. Un ingeniero estándar (con alguna ilustre excepción, que tendrá que haberla) imaginará hasta quince opciones –o quince millones de opciones, a cada cual más enrevesada- para que el agua llegue desde A hasta B. Por arriba, por abajo, en zig-zag, en cascada, en los cangilones de una noria, por un tubo de hormigón, por una serie de tubos de hormigón, por un acueducto, a través de un sistema de esclusas, de presas, de inyectores, de depósitos sucesivos, de piscinas fluviales, de terrazas, hacia delante o hacia atrás, embotellada, en camiones cisterna… Ahora bien, si le dices que esas opciones tienen que respetar un único requisito ( no dañar los árboles ni los puentes de piedra, por ejemplo), entonces el sistema operativo se le bloquea, empieza a pitar, y al final explota. ¿Por qué?. Porque es un ingeniero a la antigua usanza. Porque está programado para liarla. Un ingeniero autóctono-estándar necesita construir sobre el vacío (el papel en blanco, las orillas arrasadas) y no puede ni concebir intelectualmente la posibilidad de limitarse a cuidar de lo que ya hay… y estarse quieto.
Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ¡Qué razón tienes ! En una ocasión llamaron de Sevilla a mi hermano Alfonso (+) Ingeniero de minas y Doctor en geología. Querían saber cómo y por donde realizar el trazado del Metro que iban a hacer. Alfonso estuvo mirando, bajando por alcantarillados, recogiendo planos, etc. etc. A las dos semanas volvió a Sevilla y dio varias rutas, varios trazados.
Le parecieron bien y le preguntaron qué método usaría él si se le realizara el encargo en firme.
En primer casi dijo que él ya tenía su esplendido trabajo en la CAM (Compañía Andaluza de Minas como jefe de explotación.´) Y luego dijo que lo más efectivo y fácil era CONGELAR el subsuelo para los trabajos.
Debió darles risa. Pero tiempo después le preguntaron quién podría hacer eso de congelar el suelo. Dijo que él solo se fiaría de sí mismo pero no quería dejar colgados a los de la CAM, pero que llamaran a una empresa americana, de USA.
No sé en qué debió quedar el asunto. En casa fue una risa, porque Alfonso era un sabio despistado que hasta pasa salir a dar un paseo por la calle llevaba colgado al cinto su zapapico.
Me dijo un día por la Castellana: esa hortigas dan a entender que debajo hay suelo arenoso. Madrid está llena de esas tierras y no caen en la cuenta de que a eso se deben los contínuos socavones.
Eso sí: de amores, de economía doméstica, de cómo le tomaban el pelo sus hijos era también de risa.
Lo hecho mucho de menos. Hay veces que le lloro si hurgando veo fotos con él.
Madre mía, madre mía…¡congelar el subsuelo!.Ese hermano tuyo debía de ser un crak. Entiendo que lo eches de menos, y lo siento. Yo a mis hermanos los quiero bastante (y los quiero matar de vez en cuando; de hecho, siendo niños, intenté varias veces cargarme a uno…), aun siendo tan distintos unos de otros. Les «perdonaría», no sé, ¡hasta que se hicieran ingenieros!
Ya te digo que mi hermano A. era un crak en lo de su profesión, aunque luego no las olía para la vida cotidiana.
No sé si te he contado aquí o en otros blogs que fuimos 9 hermanos… Para qué decirte las peleas: a mi me partió un brezo mi hermano J en una agarrada; nos tirábamos trastos a la cabeza; las niñas mediaban llorosas; nos mangábamos los cuartos (la paga semanal).
Ahora somos menos (solo 5) y aunque como adultos ns llevamos bien, algunas veces tb. discutimos; .por banalidades o por discrepancias en lo político, lo religioso o por dar por saco a cuñadas y cuñados… Pero al final reina SIEMPRE la paz. Mira qué sonso:soy: yo creo en eso que llaman ‘el tirón de la sangre’.
… J. me partió un BRAZO, no un brezo…
Por eso Miguelanxo Prado, en sus geniales «Crónicas incongruentes», los llamaba «ingeniosos industrieros». Pero también hay ingenieros buenos, como el hermano de Grillo, y también el mío, que es ingeniero y encima funcionario, pero de los honrados, que haberlos, haylos.
Haberlos haylos, sí…pero si uno mira alrededor tiene la impresión de que son pocos… A esos pocos les pido que, por favor, disculpen mi diatriba. En los que pienso son en los «estándar-autóctonos», los dominados por el «ande ou non ande, ¡a burra máis grande!». Sinceramente, pienso que son el modelo dominante. Cierto: los políticos dicen el QUÉ y ellos dicen «sólamente» el CÖMO, pero siempre es el «cómo» más salido de madre, no sé como se las arreglan. Aún en el caso de que hubiera alguno, algún técnico, contrario al proyecyo (al de Sarria en concreto, ya puestos), no parece que hayan aprovechado el margen de decisión, o al menos recomendación, que estoy segura tienen (son funcionarios). ¿Por qué iban a hacerlo, si resulta que están encantados?. Ésa es la única conclusión posible. Nadie ha levantado la mano en la Confederación para decir «eso es un churro», y además ¡es ilegal!, porque todos flipan con la nueva pasarela do Toleiro (por ejemplo), y a ninguno les importan 3 carallos los amieiros. En este caso no parece haber excepciones, lo lamento.
La buena entente entre el qué y cómo, políticos y técnicos, en los años de la burbuja está a la vista de todos. Pero donde de verdad se ve su forma de pensar es en proyectos públicos pequeños, como este de Sarria: ahí son los ingenieros los que dicen qué y cómo a la vez, adaptándose únicamente al «cuánto» (unos 6 millones de euros) y al «dónde» (en el centro del pueblo porque luce más) que deciden los políticos . En este caso los ingenieros+técnicos son directamente los promotores. Y no hay por donde cogerlos (o yo no lo veo)
Completamente de acuerdo contigo; los nazis no pudieron masacrar a tanta gente sin al menos la mínima pero suficiente colaboración de una mayoría ciudadana mirando para otro lado; igualmente, centrar sólo en los políticos los desmanes ambientales no es entender lo corrompida que está la administración desde arriba hasta abajo. Pero a eso que dices sobre los técnicos hay que añadir algo aún más perverso si cabe. Los pocos o muchos, en eso no entro, técnicos de la administración que no nos prestamos a ese juego se nos margina y se nos retiran de las tareas decisorias, sancionadoras o informativas y acabamos como muebles arrumbados en una esquina. Algunos, los menos, ‘rectifican’ y se vuelven dóciles y comprueban lo bien que les puede ir así, pero la mayoría de los buenos técnicos, ingenieros, biólogos y hasta administrativos persisten y pagan por esa actitud (y aptitud) con esa obsolescencia y ostracismo que señalo su honesta postura. Hablo de primera mano, pero en absoluto soy único. Es una suerte de malévola selección darwiniana a la inversa: se promocionan y sobreviven los mejores, al fin y al cabo nos pagan con lso impuestos, no del bolsillo directo de los políticos y se pueden permitir el lujo de pagarnos y olvidarnos. Por fortuna estoy recién jubilado y ahora sí que puedo ‘trabajar’ en lo que me gusta sin cobrar, que para eso soy una supuesta clase pasiva. Disculpa la extensión, no he sabido ser más breve así, a bote pronto, pero lo que dices va directo a mi alma, como usuario/ciudadano, primero, pero también como el ténico de la adminsitración que hasta hace poco he sido.
P.S.- excelentes fotos las del otro post en que las desechas, buen ojo has tenido siempre, pero la pena son esas historias nunca nacidas.
fe de erratas: se seleccionan y sobreviven los peores, quería decir,( no sé llevarle la contraria a Darwin ni por analogías)
La alusión a los nazis me parece «demasié». En lo demás, sí: sin tantos «técnicos» ingenieros,»técnicos» economistas, administrativos,etc dispuestos a dar forma y ejecutar los desmanes y abusos (dándoles ese sello de cosa indiscutible/científico/absoluta…), pienso que no nos colarían tantos goles.
Yo no comparo a los técnicos ‘comprados’ con los ciudadanos indiferentes colaboracionistas de los nazis, sino que señalo que junto a los responsables directos se precisa una mayor masa crítica indiferente o que mira a otro lado para que los decisivos de salgan con la suya, me parecía haberlo dejado claro
ok