Mrs. Norris, viuda del anterior párroco de Mansfield, es ahora la casera del matrimonio Grant, actuales ocupantes de la vicaría. El doctor Grant – párroco indolente y comedor compulsivo, como tantos curas de aldea nuestros pero en versión anglicana- discute sistemáticamente con la roñosa Mrs. Norris…
“- …No fue más allá de la primavera anterior al año en que murió mi esposo cuando plantamos el albaricoquero junto a la pared de la cuadra, que es ahora un árbol magnífico…y que va ganando día a día, añadió Mrs. Norris dirigiéndose al doctor Grant.
-El árbol se desarrolla bien, sin duda, señora –replicó él-. La tierra es buena. Y nunca paso por allí sin lamentar que el fruto valga tan poco.
-Señor mío, es un ‘Moor park’, se adquirió en el bien entendido de que era un ‘Moor Park’ y nos costó… es decir, fue un regalo de Sir Thomas, pero vi la factura y sé que costó siete chelines, e iba facturado como un ‘Moor Park’.
– Le engañaron, señora –replicó el doctor Grant-. Estas patatas que estamos comiendo saben tanto a los albaricoques de un ‘Moor Park’ como la fruta de ese árbol. En el mejor de los casos resulta insípida; en cambio, un buen albaricoque es siempre sabroso, cosa que no ocurre con ninguno de los que tengo en mi jardín.
-La verdad –terció Mrs. Grant, intentando dirigirse con un susurro a Mrs. Norris a través de la mesa- es que mi marido apenas sabe qué gusto tienen nuestros albaricoques al natural; difícilmente habrá conseguido probar uno siquiera, pues es un fruto tan preciado (SO precious!), y los nuestros son de un tamaño tan grande (SO big!), de una calidad tan excelente (SO excelent!) y tan adecuados (SO convenient!) para tartas y conservas tempranas, que mi cocinera se da buena maña en cogerlos todos antes de que pueda hacerlo él…”
Jane Austen, Mansfield Park, Mondadori, 2013, pp.67-68, Traducción de M.Martín (*las expresiones en inglés son añadidos )
El albaricoquero del párroco Mr. Grant está vegetando. Crece bien pero no da fruta. Opciones: o ese invierno hizo poco frío en Mansfield – frío necesario para levantar el letargo de las yemas (1)- o hay problemas con la polinización, pues, si bien muchos albaricoqueros son autofértiles… todos producen mejor cuando tienen amigos cerca.
El problema que le veía Mr. Grant a su albaricoquero ‘Moor Park’, variedad inglesa procedente de Hertfordshire, es el mismo que tiene Mac Fairman en este forum californiano que adjunto. Léase atentamente la respuesta que le da su solícito vecino. http://forums.gardenweb.com/forums/load/calif/msg0712254729799.html?13.
Para terminar, algunos interrogantes: ¿de qué conservas tempranas habla Mrs. Grant? Las mermeladas son, en mi opinión (la opinión de un paladar con todos los prejuicios de la cocina mediterránea), una de las pocas cosas decentes que hacen los británicos en la cocina. La cocinera de los Grant hará mermeladas, pues, con la receta habitual de tanto de azúcar por tanto de fruta, con unas gotas de limón, un chorrito de cointreau… y decorará las tartas, antes de meterlas en el horno, con albaricoques frescos partidos al medio. (Foto de la derecha: James Wojcik)
Ahora bien, ¿ sabrá deshidratar y secar albaricoques la cocinera de los Grant? ¿Cómo se dice «orejones» en inglés, si es que se dice de algún modo?. ¿Comerán orejones en Mansfield Park? ¿Y en Buckingham, en la «city», en el East End…?
NOTAS
(1) Manual de Vincenzo Forte, El albaricoquero, M.P. 1992: «Moorpark es una vieja variedad europea, exigente en frío vernal.. con poca constancia en la producción» (p.73)
2) Algunos datos espigados por la web: las variedades antiguas, como ‘Moor Park’ o ‘Blenheim’, tuvieron mucho más éxito comercial en los valles californianos que en la propia Inglaterra. Hoy los ingleses tratan de suministrar albaricoque autóctono a las grandes cadenas de supermercados, pero tirando de variedades de maduración tardía, que aprovechan hasta el último rayo de sol antes del equinoccio de otoño, y que no compiten con los maravillosos albaricoques frescos de España y Francia (naturalmente precoces). http://www.telegraph.co.uk/foodanddrink/10318530/British-apricots-finally-ripe-and-ready.html
Yo me quedo con la pregunta: ¿comerán orejones en Buckingham Palace? Desde luego, si es cierto eso de que de lo que se come se cría, al príncipe Charles le encantan.
Bétula, me has dejado sin palabras.
nada que añadir en lo que respecta a los orejones de Buckingham, tu argumento es irrebatible.
En lo que respecta a la city, digo yo que sí, que a la gente que quema mucha caloría les van los frutos/as secos (sin agua, los nutrientes se concentran).
Y el East End, barrio de bengalíes, paquistaníes, etc.. pues donde más. Los orejones, higos y ciruelas secas, son comida corriente en Asia y «Oriente Medio». Desde el mediterráneo oriental nos llegaron a nosotros. He estado leyendo que el primer productor mundial de orejones es Turquía (al suroeste de Anatolia).
En cuanto a Mansfield: definitely NOT!.
Los buenos orejones son de melocotón
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