Última semana del año
21/12/12. Reuters
En 1970 una comisiòn de pueblos polares solicitó en la Asamblea General de la ONU la creación de un Organismo Internacional para los Solsticios y Equinoccios (O.I.S.E.). Se trataba de repartir de forma equitativa las horas de luz entre los dos hemisferios. Hasta entonces se había ocupado del asunto una familia de caboverdianos, únicos habitantes de cierto islote entre el Trópico y el Ecuador. Los miembros de esta familia se habían encargado de mover los hilos desde tiempos inmemoriales. Pero las nuevas generaciones se desinteresaban de la tradición familiar y preferían emigrar a Tenerife a trabajar en la construcción. El islote quedó deshabitado, el sol empezó a derrapar, y los pueblos polares dieron la voz de alarma. Reunida la Asamblea en Nueva York, se decidió por mayoría -con los únicos votos en contra de Corea del Norte y Pakistán- la creación la O.I.S.E., cuya sede quedó establecida en Bahía das Gatas (Boavista, Cabo Verde). Se nombró una Comisión Permanente, formada por funcionarios internacionales, para regular puntualmente todos los asuntos relativos a la eclíptica solar, así como un cuerpo de intervención rápida, financiado por los páises bálticos. La función principal de la O.I.S.E. consistiría en ajustar la altura del sol sobre el horizonte al menos dos veces al año.
Foto: P.Klee, 21/12/12. Bahía das Gatas. Joâo Lourenço Carvalho da Silva, Alto Comisionado de la O.I.S.E..para el Solsticio de Invierno, procediendo al ajuste.
Y es de los pocos organismos que funcionan con puntualidad astronómica.
Bonito relato ¿ya estás de vuelta o renuevas desde Suiza?
Se me olvidaba, el bonito Klee hace muy buen juego con tu OISE
Gracias Lans. Encontré la postal en el museo de P.Klee que han construido en Berna: una enormidad, que habría dejado helado al pobre Klee, con su sala de conferencias, de conciertos, taller infantil, exposiciones temáticas anejas, merchandising, etc, etc. Uno se olvida de a qué iba…. Bss. P.D.Estoy en mi terriña, engordando plácidamente, como todas las Navidades.
Uhmmm, y en La Rama Dorada no hay ese marisco…