Julio 2012
¿He contado ya que en LRO coleccionamos ríos?. Los tenemos guardados en una tinaja de arcilla, detrás de la casilla. En lo más duro del verano, cuando el calor nos tiene a todos acogotados, abrimos unos segundos el pitorro de la tinaja y dejamos salir un río, el que sea, para que nos refresque un poco los ojos . Hoy ha salido disparada La Romanche, que nace en los Alpes franceses -un torrente alocado, como todos por allí- y baja dando brincos hasta Grenoble, donde ya parece otra, amansada por la llanura y (sobre todo) por las presas de EDF (Électricité de France). La he soltado un rato ahí delante (ahí arriba), y me ha hecho recordar que todavía hay sitios donde llueve, donde nieva, donde las rocas se cubren de musgo y los manantiales no se secan.
Aquí os mando el Guadyerbas para vuestra colección. Con mi afecto refrescante
¡Un millón de gracias!. ¿De dónde viene y adonde va?. En media hora, en cuanto suba a regar, lo guardo en la tinajilla.
El Guadyerbas ( o sea, río de las yerbas, bonito, ¿no?) nace en la Sierra de San Vicente —un ‘Horst’ de la vertiente sur de Gredos antes de la depresión del Tajo y tributa en el Tiétar, aunque justo antes lo domestican, por desgracia en un embalse, justo antes de la ‘junta’.
Yo también colecciono ríos, de veras, no es por copiaros. Y lo hago de dos formas, bañándome en ellos si es posible (si no están guarros) y recorriendo los tramos indemnes, que si no son de montaña, como es el caso de este, son muy raros como bien sabéis.