Septiembre 2011
Los Sedum spectabile y telephium, con su cohorte de híbridos, son plantas erguidas, de hojas anchas como espátulas, y de floración muy decorativa hacia la segunda mitad del verano. Son como las parientes “crecidas” de los sedum rastreros. Sus condiciones de vida son, sin embargo, muy similares, con la única salvedad de que necesitan más suelo (más profundidad de suelo, pero no más rico; la planta se abriría, afeándose). He leído que proceden de China. No están mal combinadas con sus parientes rastreras, pero mucho, mucho mejor, proyectadas contra un grupito de gramíneas (stipas, calamagrostis…) y en proximidad de unos Ophiopogon nigriscens: los tonos apagados de las flores ya pasadas del Sedum casan bien con el color chocolate de los ophiopogon. Así las ví hace tiempo en el festival de Chaumont; desde entonces las he vuelto a ver –el mismo patrón, con pequeñas variantes– en muchas revistas y en otros jardines del norte. Las gramíneas –en particular la stipa– tienen tan poca necesidad de agua como el sedum y el ophiopogon. Y una cosa más. Las flores de estos sedum están entre las más visitadas por los insectos en septiembre y octubre. ¿Quizá porque en el secarral de La Rama de Oro nadie más –salvo achicorias y erigeron– tiene valor para florecer en este momento del año?.